martes, 1 de junio de 2010

Para ti también viene el METROPOLITANO

María Pinedo Galloso - 24 años

Su forma de mirar era diferente. Sus manos, nariz y oído eran su principal instrumento de conocimiento. Caminaba titubeando, con miedo a lo desconocido. Solo captaba grandes voces de alegría y emoción, como si llegara un artista de rock al país y se lo cruzara en el aeropuerto.
Se aferraba fuertemente al brazo de su hermano, tratando de evitar mostrar su ingenuidad e inocencia hacia lo que no podía ver; pero si sentir.

Escuchaba palabras de amabilidad, pero a la vez groseras muestras de desacuerdo con lo que ella ansiaba conocer.

Su vida había sido diferente, casi sin ninguna preferencia hacia su persona. ¿Pero es acaso que ella no lo merecía?

Abriéndose paso entre la gente con la ayuda del brazo de su hermano, escucho: usted puede sentarse aquí. Un poco de calor que se fue sosegando en segundos. Sintió movimiento. Esta vez no se sintió ignorada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario